La única finalidad de hacer dieta, debería ser la de tener una salud de hierro y un cuerpo sano, sin necesidad de llegar a la obsesión que puede causarnos más de un disgusto. Para muchas personas, uno de los mayores impedimentos para decidir si hacen o no una dieta, es la idea de que van a pasar hambre y eso echa para atrás a cualquiera.
Para afrontar una dieta, debemos empezar a pensar que no hay que pasar hambre y que pronto nos acostumbraremos a la nueva ruta alimenticia. Tratar el tema como algo normal, puede ser de gran ayuda incluso en los peores momentos. La ansiedad por la comida, es otro obstáculo difícil de saltar pero somos conscientes del daño que puede causarnos abusar de la comida, esos malos ratos son más pasajeros e incluso podemos hacer dietas basadas en las cinco comidas al día, que nos evitaran esa ansiedad.
La poca paciencia es sin duda la gota que colma el vaso y que nos hace abandonar la dieta en los primero días. Hacer dieta no implica que veamos resultados a los dos días, incluso deben pasar algunas semanas pero si combinamos la dieta con algo de ejercicio, obtendremos resultados mucho antes y podremos seguir adelante con nuestra dieta.
