Si quieres evitar el picoteo y no lo terminas de conseguir, apúntate a la integración de menús ricos en proteínas. No hagas locuras y te pongas a eliminar las verduras y las frutas, ya que serán de vital importancia para que adquieras las vitaminas necesarias para la regulación de tu organismo y la defensa ante enfermedades.
Por ejemplo, una vez diseñes la comida, intenta servir tus raciones de pescado y carne (70 a 100 gramos) con una buena cantidad de verduras salteadas o al vapor. Pueden ser espinacas frescas salteadas o brecól, incluso una buena ración de ensalada y brotes verdes.
Es importante que mantengas los porcentajes y siempre dobles la cantidad de verdura, tomando de 150 a 200 gramos. La proteína te saciará ayudándote a que no tengas ganas de comer entre horas. Consume el pescado y la carne a la plancha. ¿Cuál es la adecuada? Apuesta por la merluza, el gallo, el rodaballo, el pollo y el pavo.