Existen muchas y diversas clases de
dieta, pero quizás la
dieta Montignac resulte más llamativa por sus características. Esta dieta fue concebida por el francés
Michel Montignac en el año 1944 y se basa en seguir conceptos muy contrarios a lo que conocemos por
dietética tradicional. Todo se basa en controlar los alimentos que combinamos a la hora de las comidas y en cómo estas combinaciones nos afectan.
La clave principal es
no combinar hidratos de carbono y féculas con proteínas ni grasas en una misma comida. Esta dieta se divide en
dos fases, en la primera se debe seguir estrictamente y eliminar los alimentos prohibidos durante unos dos meses o hasta alcanzar el peso deseado. La segunda fase se centra en mantener las costumbres y no caer en la tentación muy a menudo.
En pocas palabras, se pueden realizar comidas en las cuales tomemos carne o pescado con verduras, arroz y pastas con verduras o bien verduras con legumbres y féculas. El resto de
alimentos permitidos se deben consumir solos para evitar hacer mezclas prohibidas. Tanto la comida como la cena son medianamente abundantes, pero el desayuno es bastante pobre siendo una taza de café o té con leche desnatada y una pieza de fruta.