Si te gusta la pasta y no quieres privarte de los beneficios de este alimento, apúntate a la utilización de las salsas light, pudiendo tomar un alimento que no engordará siempre que tengas en cuenta unas reglas básicas. Utiliza siempre pasta integral y modera la ración, así tu peso no correrá riesgos.
Las salsas de tomate son unas de las preferencias más populares a la hora de crear una salsa light, no agregues caldos de carne ni carne y hazlas solo con tomate, cebolla, aceite de oliva, sal, azúcar y sal. Tampoco pongas queso rallado ni atún en conserva. Simplemente cocina la salsa y ponla sobre tu pequeña ración de pasta. Lo podrás tomar una vez cada quince días.
Hay otras salsas light para pasta, como las cremosas de salsa de soja, en las que podrás saltear tu ración de pasta directamente en una sartén con un poquito de leche de soja y un poquito de cebolla o champiñones salteados. Deja que la leche de soja se consuma y así obtendrás una salsa ideal sin utilizar nata.